Vuelve
“Porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado.”Lucas 15:24
Mañana en la mañana abriré tu corazón le explicaba el cirujano a un niño. Y el niño interrumpió: -¿Usted encontrará a Jesús allí?
El cirujano se quedó mirándole, y continuó: -Cortaré una pared de tu corazón para ver el daño completo.
Pero cuando abra mi corazón, ¿encontrará a Jesús ahí?, volvió a interrumpir el niño.
La Biblia bien claro dice que Él vive allí. Las alabanzas todas dicen que Él vive allí.
¡Entonces usted lo encontrará en mi corazón!
El cirujano pensó que era suficiente y le explicó:
Te diré que encontraré en tu corazón: Encontraré músculo dañado, baja respuesta de glóbulos rojos, y debilidad en las paredes y vasos. Y aparte me daré cuenta si te podemos ayudar o no.
-¿Pero encontrará a Jesús allí también? Es su hogar, Él vive allí, siempre está conmigo.
El cirujano no toleró más y se fue. Se sentó en su oficina y procedió a revisar los estudios del niño y pudo ver: aorta dañada, vena pulmonar deteriorada, degeneración muscular cardiaca masiva. Sin posibilidades de trasplante, difícilmente curable.
Pronóstico: tomó una pausa y en tono triste dijo: muerte dentro del primer año. Y – ¿Por qué? Pregunto en voz alta ¿Por qué hiciste esto a él? Tú lo pusiste aquí, tú lo pusiste en este dolor y lo has sentenciado a una muerte temprana. ¿Por qué?
Dios le respondió: El niño, mi oveja, ya no pertenecerá a tu rebaño porque él es parte del mío y conmigo estará toda la eternidad.
El cirujano empezó a llorar terriblemente, pero sintió aun más rencor, no entendía las razones. Y replicó:
Tú creaste a este muchacho, y también su corazón ¿Para qué? ¿Para que muera dentro de unos meses?
El Señor le respondió: Porque es tiempo de que regrese a su rebaño, su tarea en la tierra ya la cumplió.
Hace unos años envié un hombre con dones de doctor para que ayudara a sus hermanos, pero con tanta ciencia se olvidó de su Creador.
Así que envié a mi otra oveja, el niño enfermo, no para perderlo sino para que regresara a mí aquella oveja perdida hace tanto tiempo.
El cirujano lloró y lloró inconsolablemente. Días después, luego de la cirugía, el doctor se sentó a un lado de la cama del niño; él niño despertó y murmurando rápidamente preguntó:
-¿Abrió mi corazón? Si – dijo el cirujano-¿Qué encontró? preguntó el niño
Tenías razón, encontré allí a Jesús.
Dios tiene muchas maneras y formas diferentes para que tú regreses a su lado, usa personas, circunstancias, pruebas para hacerlo.
No te resistas, tal vez en estos momentos estás atravesando un desierto, es hora de que corras al encuentro de tu Padre.
Mira a tú alrededor y todo lo que está pasando, encontrarás a Jesús allí.
“Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.” Lucas 15:20