Tu sacrificio para Siempre
Tu mirada, en aquel calvario, deslumbra,
Ufana todo pensamiento, desmaquilla la vida.
Solo al leer, escuchar hablar de aquel Cristo;
Aduce, que eres real, existe en los corazones,
Contristo y humillado, tu sacrificio, es.
Renunciando tu semejanza de Dios, soberano,
Incorruptible cuerpo, limpio de maldad;
Fuerte y poderoso, rey de reyes, eres quien vives,
Indescriptible historia, me viene a la memoria,
Ofreciste todo allí, tan inmerecido sacrificio diste a todos,
Por todas las generaciones, siempre tocando los corazones;
A un instante, cambia la vida de los hombres,
Revives las cosas, que se ven por pérdidas,
Alumbras y vienes a rescatar del hoyo las vidas.
Sinceramente, todo te lo debemos;
Indigno de todo e inmerecedor de nada,
Es por tu gracia, tu misericordia y de tu favor,
Muchas vidas, pueden volver a sonreír;
Por tu sangre, vertida en aquella cruz,
Río de agua de viva, corren sobre vidas,
Esperando ser saciada, solo en ti.
Autor: Teodoro Montenegro Córdoba
“Celebraremos de tu pascua, un sacrificio para siempre”