Adoración a Dios
Nunca se eleva el hombre a más altura
Que cuando a Dios adora reverente,
Porque el culto en espíritu ferviente
Une al gran Creador con la criatura.
¡Qué grande privilegio! ¡Qué ventura!
Hallar en Dios como en copiosa fuente,
El bien que busca con afán ardiente
El hombre en este valle de amargura.
El culto es el aroma desprendido
De las flores de amor, fe y esperanza,
Que en el humano espíritu han nacido.
Y bendición tras bendición alcanza
Quien presta a Dios con corazón rendido
Tributo de obediencia y alabanza.
Carlos Araujo